Cuenta la leyenda que una dama triste aguarda en las aguas de un profundo lago a cansados viajeros, con su belleza y su elegancia les atrae hasta lo más profundo del lago. Allí les ahoga entregándole sus almas al mismísimo diablo, pero esto es solo una leyenda la verdadera historia es la que os voy a contar, la historia de Reva.
Una joven dama de largos y oscuros cabellos vivía con su familia en un pueblo dirigido por las mujeres, su familia pertenecía a un noble linaje que descendía de las cinco primeras fundadoras del pueblo, por eso mismo pertenecían al consejo. El resto del pueblo admiraba a las mujeres de estas familias por su extrema belleza y mayor inteligencia, no había en el lugar nadie que discutiera el gobierno que estas llevaban, vivían en armonía y si algún pueblo osaba a intentar atacarles el consejo elaboraba una estrategia por la que sin duda resultarían vencedores.
Tal era la fama de esas mujeres que gobernaban el pueblo, que las diosas que observaban desde el cielo estaban envidiosas, su pueblo tenía tanta devoción y en los alrededores se las admiraba tanto que llegaron a ser más famosas que las divinidades.
Resentidas por esta blasfemia decidieron idear un plan que ningún mortal podría truncar, con ayuda de la diosa noche desconocedora de esta maligna asociación bajaron a la tierra ocultas en apariencia mortal y raptaron a las herederas del consejo, a todas menos a una, Reva. Esta, adoradora de la diosa noche se bañaba en un lago disfrutando de la luz de la blanquecina deidad.
Cuando a la mañana siguiente las mujeres despertaron tal fue su sorpresa que no supieron reaccionar, buscaron a sus hijas en cuantos lugares podría un mortal terminar, sin embargo no las hallaron, preguntaron a Reva si conocía el paradero de sus compañeras y no supo responder.
Reva paso las noches rezándole a la diosa noche buscando la respuesta a esa preugnta de la cual no conocía la respuesta, la diosa noche lloraba y poco a poco se iba apagando su luz.
Los pueblos vecinos liderados por hombres habidos de poder y resentidos por tantos años de batallas perdidas, se aliaron entonces contra el pueblo y atacaron a plena luz del día. Entre risas mencionaron que ya no podrían vengar el asalto a su pueblo y que los jóvenes como Reva valdrían como portavoces para que nadie volviera a osar considerarse mejor que ellos.
Llena de dolor y cargada de la culpa de la destrucción de su pueblo, Reva rezó entonces a las diosas olvidadas que volvieron a bajar a la tierra y le contaron que tenían raptadas a sus compañeras y que no las devolverían por haber siquiera pensado ser mejores que ellas.
Reva atónita por la historia y abandonando ya toda esperanza y gana de vivir acudió al lago donde siempre se bañaba, con la intención de que sus frías aguas entraran en sus pulmones, arrancándole así el alma para siempre. Pero la diosa noche encariñada con aquella bella y joven mortal, bajo a la tierra e hizo algo que jamás había sucedido, le entregó sus poderes a Reva durante dos días para que subiera a los cielos buscara a sus hermanas.
Reva convertida en deidad subió entonces a los cielos y se enfrento a las otras diosas , contando con los poderes de la diosa noche y con la inteligencia propia de su pueblo consiguió sonsacarles el paradero de sus amigas y consiguió también que las diosas les entregarán una habilidad propia de cada una de ellas a sus coterráneas , dándoles así un gran poder.
Bajaron entonces a la tierra donde Reva le devolvió sus poderes a la diosa oscuridad y regresó a su pueblo. Con los nuevos poderes conseguidos curaron a los enfermos y reconstruyeron el pueblo. Pero grande había sido la ofensa y las jóvenes no eran capaces de perdonar acudieron entonces a los pueblos vecinos donde con asombrosas acciones agresivas dejaron claro que no volvieran a atacar su pueblo.
La maldad había ennegrecido los corazones del consejo y en el pueblo ya no disfrutaban de esa pacífica vida que antes llevaban; Reva fue la primera en darse cuenta y rezó a la diosa noche que no supo que contestar, rezó entonces a las otras diosas que le aconsejaron después de mucho dudar, rezar al dios del infierno, puesto nadie sabía mejor que él cómo extraer el veneno de la picadura del mal.
Rezó entonces Reva al dios del infierno, este le dijo que sus compañeras eran esclavas de las habilidades de las diosas, que en un cuerpo mortal, no conseguían mas que corromper con su poder y que si quería su ayuda para liberarlas tendría que dar algo a cambio. El trato sería que su compañeras volverían a ser puras y buenas como antes a cambio de que ella se quedara para siempre en la laguna con todos los poderes de sus amigas, ahogando a cualquiera que pasara por el lugar y entregándole a él su alma de inmediato. Cuando Reva apesadumbrada iba aceptar el trato, la diosa noche habló y pidió añadir una pequeña clausula, Reva sería esclava de este acuerdo solo hasta que un mortal le entregara su alma por amor y no por engaño. El pacto se cerro y pasaron los años.
Reva contaba su historia a todos los que se acercaban al lago y cuando intentaban huir, atada a su horrible tarea les seducía hasta conducirlos al fondo del lago donde les ahogaba. Pero, no fue así eternamente, un día una joven se acerco al lago y escucho su historia, la joven empezó a llorar y Reva se quedo desconcertada, la muchacha entonces se introdujo en el agua y le dijo que daría su alma para que la suya al fin descansara. En ese preciso instante el dios día fue tapado durante unos instantes por la diosa noche que testigo del pacto liberó a Reva. El alma de la joven que le había salvado se abría paso hacia el infiero pero… Reva conservaba sus poderes y su inteligencia y consiguió engañar al dios infierno y cubrir el alma de la joven con un halo de invisibilidad.
Reva agradecida por la ayuda de la joven prometió acompañarla el resto de su existencia y devolvió sus poderes a las a las diosas recuperando así la maravillosa mortalidad que le daba tanto valor a la vida.
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